"La presente obra está dedicada a la memoria de 
Hertha Puppy Thielemann Muckelberg". 

INFO

NOMBRE PROYECTO:
SIMBIOSIS PATRIMONIAL
"Puesta en valor de preexistencias en el Loncomilla"

ALUMNO:
ALFONSO GARRIDO THIELEMANN
PROFESOR GUÍA:
JUAN ROMÁN PÉREZ
ESCUELA ARQUITECTURA TALCA
2011

PROCESO DISEÑO:
MAYO - DICIEMBRE 2010
PROCESO CONSTRUCCIÓN:
MARZO - AGOSTO 2011
FECHA ENTREGA:
12_AGOSTO_2011

UBICACIÓN PROYECTO:
LICEO AGRÍCOLA SSCC DE LONCOMILLA
VILLA ALEGRE - VIIR - CHILE
Latitud 35º 38' 57. 22"S,  Longitud 71º 44' 53. 60"O

MATERIALIDAD:
MADERA DE PINO, VIGAS 2X4", 2X6, 3X8", 4X4"
PERFILES TUBULAR ACERO 3" e= 3mm
PERFILES ACERO RECICLADO
CABLES DE ACERO 1/8
MALLA RASCHEL BLANCA

COSTO TOTAL PROYECTO:
$3.500.000



CONTACTO:
garridothielemann@gmail.com
8-1660368

0. INDICE



1.          "PUESTA EN VALOR DE LAS PREEXISTENCIAS EN EL LONCOMILLA"
2.          LA RAZÓN DEL LUGAR
3.          PROYECTO SIMBIOSIS:
             LA PÉRGOLA 
             EL MOLINO - MIRADOR
4.          FORMALIDADES
5.          INDAGACIONES:
             UN PUNTO EN EL TEJIDO TERRITORIAL
             APROXIMACIONES
             LA LOCALIDAD: VILLA ALEGRE
6.          EN DETALLE
7.          BIBLIOGRAFIA 

1. "PUESTA EN VALOR DE LAS PREEXISTENCIAS EN EL LONCOMILLA"

La obra Simbiosis, un acto indagatorio, que permite encontrar y entender elementos preexistentes con un alto valor de identidad local, inserto en un contexto determinado por ciertas actividades y procesos históricos. Nos encamina a elaborar un problema que en su complejidad permita construir, desde ahí, un proyecto de arquitectura que se puede insertar dentro del contexto territorial existente.

Vista desde el molino hacia el Loncomilla.

Al fijar la mirada en la ribera oriente del rio Loncomilla, tras recorrer cerca de 15 kilómetros desde su origen, se localiza lo que alguna vez fue las industria molinera más importante de la zona. Actividad que desprenden los primeros indicios del emplazamiento de un poblado, “Villa Alegre”, cercano al único cruce del rio que permitía el intercambio de productos agrícolas desde el secano costero, hacia el valle contiguo al Loncomilla. Este lugar perteneció a la familia del Cardenal Raúl Silva Henríquez, donde pasó gran parte su infancia y que actualmente se emplaza el liceo agrícola Sagrados Corazones.

El entorno, entre el molino y la casa Silva Henríquez.

Así se hace evidente “la puesta en valor” de estas preexistencias, tomando en cuenta dicha acción como lo menciona Dr. Edwin R. Harvey (UNESCO).”El conjunto de bienes, muebles e inmuebles, materiales e inmateriales, de propiedad de particulares, de instituciones y organismos públicos o semipúblicos, de la Iglesia y de la Nación, que tengan un valor excepcional desde el punto de vista de la historia, del arte y de la ciencia, de la cultura en suma, y que por lo tanto sean dignos de ser conservados por las naciones y pueblos conocidos por la población, a través de las generaciones como rasgos permanentes de su identidad”.


Parque de acceso de la casa Silva Henríquez.

El fuerte valor patrimonial que tiene este lugar y el evidente despliegue de elementos preexistentes, como la casa del Cardenal con su parque contiguo al acceso, la bodega de una gran nave ocupada para el acopio de los productos agrícolas que aquí arribaban, las ruinas de  hormigón, del molino que procesaba el grano con la fuerza del agua, una serie de senderos que recorren el predio, vinculando la casa patronal con el molino. Debido a esto, se hace evidente, el acto de poner en valor “lo que hay” con esa certeza  de entender “lo que hubo”.

2. LA RAZÓN DEL LUGAR

Al precisar aquel lugar donde la preexistencia se hace manifiesto. El molino Encinas, donde hoy se encuentra emplazado el liceo agrícola Sagrados Corazones. El predio que antaño pertenecía a la familia del Cardenal Raúl Silva Henríquez, fue un importante punto de confluencia de productores agrícolas de la zona.



Activado por doce paradas de piedra que funcionaban al empuje del agua que se hacía llegar a través de una bocanada del Loncomilla, el molino, se utilizaba para moler los granos, que luego de ser almacenados en su  bodega de una gran nave central, se embarcaban desde el muelle que poseía la propiedad en la ribera del río, hacia la desembocadura del Maule donde tomaban dirección a la costa para desembarcar en el puerto de Constitución.


De esta manera nos relata, cómo llega la industria molinera a manos de la familia del Cardenal, el historiador Jaime González Colville, en su libro, Villa Alegre a través de sus alcaldes Don Ricardo Silva se hizo cargo del Molino de Loncomilla, fundado en 1852 por el abuelo de su esposa, don Feliciano Encina de Echeverría y que permitía realizar una gran actividad económica en la zona, exportando variados productos desde el puerto fluvial El Romero, ubicado junto al río Loncomilla, donde hoy está el Colegio Sagrados Corazones y que era, además, la casa de la familia Silva Henríquez”.


Si tomamos en cuenta que el molino, es hoy, un elemento que entrega un trozo importante de identidad local y sobretodo nos da cuenta del inicio de los asentamientos de un pueblo cercano a la ribera del Loncomilla, y que la casa Silva Henríquez, expresa el valor de la figura de un Cardenal, hijo de estas tierras, y su importancia social, política y religiosa como símbolo de adhesión popular.

Vista desde el molino, imagen contextual.
Como se menciona en el libro; Memorias. Cardenal Silva Henríquez de 1991 “Otro académico lo llamó “maulino” -Oscar Pinochet de la Barra-, por la región de sus raíces, es el Maule de los lanchones míticos enfilados hasta El Callao del Perú. Avanza entre cerros de rulo. Ahí crece un vino ceñido y un habla ahorrativa. Tímido de trato, aquel Arzobispo de Santiago de Chile” (...) “Raúl Silva Henríquez, maulino de la ribera del Maule del molino Loncomilla de Villa Alegre. Conocía bien el pueblo, la sola sede comunal de Chile en la que todas las calles están escoltadas por naranjos muy floreros”.


Fotografía Cardenal Raúl Silva Henríquez,
Libro: Caritas Chiristi Urget Nos
"90 años del Cardenal Raúl Silva Henríquez".


Son entre otras, estas, las razones por el cual el lugar adquiere un potencial patrimonial que reafirma una  identidad y entrega cierta lectura hacia una idea de proyecto. Como el trabajar con el reordenamiento  de las preexistencias, que permite entender lo que hoy hay, desde el conocimiento de lo que alguna vez hubo.


Calle Comercio, Av. Abate Molina, Villa Alegre.
Por el valor que adquieren estas preexistencias en el territorio, se puede hablar de la razón del lugar, ya que pone en valor las características históricas, culturales y sociales, concentradas en dicho entorno. A lo mencionado se puede complementar, lo expuesto en la revista TALCA edición 01, en un fragmento de “Apuntes de Región”  del año 2007; “Al pensar en un planeamiento crítico respecto a la organización territorial del país no tiene cabida, surge la alternativa del proyecto con una instancia transregional cuyo objetivo curiosamente es la construcción de una sola región que, por coincidir en un territorio, ha de ponerse énfasis en la identidad a partir de la puesta en valor de las características geográficas, históricas y sociales de aquel territorio, atendiendo a sus especiales circunstancias de clima, producción y topografía. Un Proyecto entendido, según lo plantea Ascher (2004), como analizador y herramienta de negociación al mismo tiempo, y no como un designio acompañad de un diseño. Una herramienta cuya elaboración, expresión, desarrollo y ejecución muestra las posibilidades que impone la sociedad, los actores enfrentados, los lugares, las circunstancias y los acontecimientos”.



3. PROYECTO SIMBIOSIS


Como estrategia de proyecto, es presiso, en primera instancia contar con todos los elementos aquí existentes para eleborar una vision glogal de lo que ha permanecido en el tiempo, y que nos permita entender el lugar. De esta manera identificar los senderos, zócalos, recorridos, areas comunes, construcciones y ruinas etc.



En segunda instancia, es necesario, tomar en cuenta la gerarquia de los elementos preexistentes para lograr, de esta manera, constituir  un esboso del proyecto. Así se identifican dos puntos ha intervenir, primero. Uno relacionado con la casa patronal y su fuerte valor patrimonial, junto a la capilla en su interior, y al parque emplazado frente a su fachada principal. El segundo punto relacionado a las ruinas del molino a la falda de un cerro, construido en proyección al río Loncomilla.


Poner en valor las preexistencias, interviniendo de tal manera que lo proyectado sea una asociacion intima entre lo ya existente y lo ha construir. Como una simbiosis donde dos organismos sacan provecho de su vida en común, pretendiendo favorecer la comunion entre ambos elementos.


”La vida en conjunción de dos organismos disimilares, normalmente en íntima asociación, y por lo general con efectos benéficos parn"; y βίωσις biosis "vivir", hace referencia a esta estrecha y persistente relación.
a ambos seres”; es como expresa el botánico alemán Anton de Bary en 1873, cuando acuñó el término “simbiosis” para describir la estrecha relación de organismos de diferente tipo. El griego: σύν syn "co


El proyecto toma este nombre debido a la manera de concebirlo. Primero con la idea de encontrar los elementos preexistentes, y luego, de cómo se debe proyectar tomando en cuenta que lo construido debe tomar parte de las ruinas. Para construir una estrecha coexistencia basada en lo que es, lo que fue, y lo que será dicho lugar.


Así se proponen una serie de estructuras metálicas blancas, posadas sutilmente sobre los elementos existentes  pretenden construir dicha asociación. Estas estructuras a modo de trípode soportan una cubierta de malla blanca tensadas a cuatro aguas que cobijan, primero, como una pérgola a un lugar de reunión frente al parque de la casa del Cardenal, junto al internado. Y luego sobre las ruinas del molino, como un mirador, que permiten entrever el rio Loncomilla y parte del paisaje allí inmerso.



LA PÉRGOLA:

Un sombreadero construido sobre un radier  rectangular rojo existente en el lugar, de dimenciones 3x10.5 metros emplazado frente al parque de la casa del Cardenal. Con el objetivo de poner en valor estos puntos de intervención, revitalizando al parque con su palma chilena centenaria, situada en proyección frente al acceso de la casa .



Ocho estructuras tripode de perfiles tubulares blancos anclados sobre los bordes del radier rojo con el fin de dejar libre la totalidad de la superficie de la preexistencia. Entre las estructuras se despliagan, a cada lado, una banca de madera de dos alturas distintas, para contemplar el parque desde el interior, bajo una cubierta de malla raschel doble, blanca, tensada por cables de acero desde un punto central(tres tubos de acero de 3” de diámetros y 40cm de altura) que se desplaza en cada paño formando una diagonal. 


              
La intervención, ademas, contempla un suelo de maicillo contenido por un borde de hormigón de 15 centimetros de espesor. Formando un cuadrilatero con dos de sus lados irregulares, que construye una proyeccion hacia el parque.



  
EL MOLINO MIRADOR:


Sobre la estructura del molino se dispone una plataforma de madera soportada por una serie de vigas teñidas  negras (vigas maestras de 2x6 pulgadas y vigas segundarias de 2x4 pulgadas) apoyadas sobre la losa de hormigón armado del molino, por medio de una serie de anclajes, que distancian las vigas a una pulgada del nivel de la losa. La plataforma de madera, a modo de una lamina, posee a lo largo de su extensión distintas cualidades, seccionándolo en cinco tramos. 




Esta es antecedida por un tramo de peldaños que cubre cerca de 15 metros salvando parte de la pendiente del cerro donde se emplaza el molino. Construidos por una contrahuella de hormigón armado de 1 metro de ancho y de 10 centímetros de espesor, que contienen una huella de 60 centímetros, construida con  material de relleno.



En primera instancia se logra ver la estructura alzada junto al cerro Loncomilla, y luego, al aproximarse es posible  recorrer la ruina del molino desde su estructura, situaciones que enriquece al proyecto. Al llegar al molino se encuentra primero; con una rampa que  se alza cerca de 4 metros permitiendo acceder al molino. Segundo; dos plataformas contenidas dentro de dos paramentos de ladrillo estucado que se alzan  hasta los 60 centímetros de altura, abarcando 1.5 metros de ancho y 5 de longitud, dejando ver en sus bordes la estructura teñida de negro que la soporta. Tercero; la plataforma se enangosta tomando un ancho de 1mT.construido de tal manera que permita observar los detalles de la estructura del molino; los encofrados, los rebalses para el agua, las texturas etc. Este tramo recorre 8 metros en su extensión. Cuarto; un ensanche que se extiende a los 2.2 metros donde se alzan seis estructuras trípodes blancas para cobijar este tramo bajo una cubierta de malla Raschel del mismo color.




Por el lado sur de la plataforma entre las estructuras de acero, se construye una banca que abarca toda la extensión, permitiendo ver el paisaje y contexto donde está inmerso el proyecto. Quinto; la plataforma se estrecha nuevamente para proyectarse en un voladizo de 1.5 metros donde se logra entre ver detrás de un bosque el río Loncomilla y los cerros que limitan el valle del secano. Y en la proximidad  se aprecian los terrenos cultivables del colegio agrícola junto a  dos araucarias centenarias que se alzan como vestigios de una zona de haciendas. Todo el recorrido sobre el mirador está rodeado por un pasamanos gris, perfil de acero tubular que en toda su extensión es continuo.



El Molino-Mirador debido a su altura, unos seis metros, deja ver el contexto en que se encuentra inmerso el proyecto. Desde aquí asoman las cubiertas de tejas de las casas patronales, soportadas por robustos muros de adobe, la chimenea humeante de una industria destiladora, a lo lejos, algunas centenarias palmas chilenas junto a otras araucarias emplazadas en los terrenos que pertenecieron a las extensiones de las grandes haciendas.



4. FORMALIDADES





A. UBICACIÓN DEL PROYECTO





PLANO DE UBICACIÓN, LICEO AGRÍCOLA SSCC LONCOMILLA.


EMPLAZAMIENTOS PUNTOS DE INTERVENCIÓN. S/E 




B. PLANIMETRIAS MOLINO-MIRADOR


PLANTA MOLINO-MIRADOR. S/E.

ELEVACION NORTE. S/E.


ELEVACIÓN PONIENTE. S/E.

CORTE TRANSVERSAL. S/E.

ISOMÉTRICA MOLINO MIRADOR.


C. PLANIMETRIAS PÉRGOLA


PLANTA PÉRGOLA. S/E.

ELEVACIÓN SUR. S/E.

CORTE TRANSVERSAL. S/E.
ISOMÉTRICA PÉRGOLA.


5. INDAGACIONES

UN PUNTO EN EL TEJIDO TERRITORIAL

Esta obra comprende como etapa inicial reconocer un trozo de territorio en particular con el uso de la imagen satelital como herramienta de aproximación al  proyecto, de esta manera se logra entender  la trama territorial  dibujada en torno al Loncomilla. Así es posible observar la porción del valle que  se contiene entre  dos ejes verticales,  extendiéndose  en línea paralela de norte a sur. Al extremo oriente, la carretera 5 sur y contiguo a este eje la línea férrea. Y luego,  al lado poniente, el río Loncomilla, alzándose como límite natural entre el valle y los últimos indicios de secano.

Imagen satelital de Villa Alegre, emplazado entre dos
limites territoriales, al poniente el río Loncomilla y al oriente
dos ejes de circulación, la Ruta 5 Sur y la linea Férrea.
 
Como un foco de la trama se emplaza Villa Alegre. Núcleo formado por una serie de apéndices que se han  construido  por  los  recorridos que vinculaban distintos puntos de asentamiento, que en el tiempo se constituyeron  en los ejes principales de circulación y principalmente de intercambio de productos agrícolas como el trigo, el maíz y el vino entre otros.


Imagen del río Loncomilla, recorrido sur-norte.
De esta manera surge “un punto en el tejido territorial”, como el remate de una extensión de camino desde Villa Alegre. Ubicado tres kilómetros al sur poniente del pueblo, lugar donde se interpone el río Loncomilla se encuentra la balsa El Peumo. Un cruce de cien metros que ha existido desde fines del siglo XIX como punto de intercambio de productos agrícolas.

tres imágenes que muestran la comprensión
de la idea de "un punto en el tejido territorial".
Imagen cenital de la balsa El Peumo, Villa Alegre.
Vista 1:1 de aquel "punto en el tejido territorial. 


APROXIMACIÓN

El cruce al Loncomilla cercano a Villa Alegre se convierte en el punto de partida del  relato que ha permitido llegar a un lugar y a un proyecto.
Es aquí donde por mucho tiempo se han concentrado grandes  intercambios de productos agrícolas desde el siglo XIX, cuando su estructura  de madera cruzaba a cada ribera del río, por los integrantes de una familia del sector.  Y a  mediado  del siglo XX esta balsa pasa a las arcas fiscales,  donde  ha permanecido sobre las aguas de aquel río.

Cruce de la balsa El Peumo, Villa Alegre.
Es el Loncomilla, oro del jefe en mapudungun, uno de los principales tributarios del Maule. Nace a la altura de Linares por la confluencia de los ríos Perquilauquén y Longaví. Este drena una amplia cuenca hidrográfica recorriendo paralelamente al franco oriente de la cordillera de la costa aproximadamente 36 km. de sur a norte. Con un cauce ancho y de baja pendiente, lo que favorecía la navegación de balsas planas o de escaso calado. Por lo que se aprovechaba en aquella época para transportar los productos agrícolas desde los embarcaderos de los molinos hasta el puerto de Constitución.

Ribera oriente del Loncomilla.

Las carretas que cruzaban el río desde el secano costero para llegar a las industrias molineras emplazadas en la zona para vender sus producciones, recorrían unos tres kilómetros hacia el nororiente por caminos improvisados para llegar a un caserío donde se detenían para descansar. Este lugar se caracterizaba por tener números prostíbulos lo que le valió el nombre de “La Villita Alegre”.

Avenida Abate Molina, Villa Alegre.
“Artesanos, polvorienta, con sus casas de remolienda guitarreando noche y día, ya es historia. De cuando los molinos de Allen, de Pando y Eyzaguirre, de Encina Echeverría, los más poderosos de Chile entonces, recibían a mediados de 1800 las caravanas de carretas que llegaban desde San Fernando y Chillán, cargadas de trigo. El pago era inmediato y la celebración larga, al ritmo de niñas livianas que con buen ojo se instalaron al paso. El lugar se conoció como la "Villita Alegre", y el nombre se les quedó por costumbre aunque algunas beatas muy prudentes, entre las que estaba la mamá del Cardenal Silva Henríquez, quisieron cambiarlo a Loncomilla, como el río que riega sus valles, cuando el sector creció a comuna en 1891”. De esta manera retrata el diario El Mercurio a Villa Alegre el 26 de junio de 2006.

LA LOCALIDAD: VILLA ALEGRE

Desde la primera aproximación a un problema que pueda derivar en la localización de un lugar de proyecto, se hace preciso indagar en Villa Alegre. Para entender el contexto territorial e histórico de donde se ha posado la mirada.

Villa Alegre,VIIR del Maule, Chile.


El pueblo se concentra en un polígono irregular con uno de sus lados más extenso, el eje principal, Av. Abate Molina, resguardado por un cordón verde de 800 MT. de extensión, en su extremo norte, que anuncia la llegada al pueblo. En este punto la alameda, permanece como un vestigio de los largos caminos polvorientos de principios del siglo pasado, que han mantenido su presencia en el tiempo. Del núcleo urbano que concentra el casco antiguo del pueblo se extienden una serie de proyecciones de caminos que a lo largo de su extensión van concentrando pequeños grupos de caseríos, que se relacionan principalmente con las actividades productivas de los terrenos agrícolas. Del casco antiguo se puede mencionar que en octubre de 1898, don Eusebio Sotomayor propuso a las autoridades  a elaborar un plano de Villa Alegre, a fin de ordenar las edificaciones y determinar la donación efectuada por la familia Del Campo para habilitar una plaza en el pueblo.

Plano de Villa Alegre, identificación de preexistencias.

Al norte la avenida principal es contenida por la alameda, que al salir, pasa a ser parte del eje vial L16 tras recorrer 10 km. llega el pueblo más cercano, San Javier. A un kilometro de Villa Alegre se encuentra el colegio agrícola Sagrados Corazones, predio donde se emplazaba la principal industria molinera de fines del siglo XIX. 
           
Hacia el sur del pueblo la avenida principal se bifurca en dos vías, por un lado, el camino que se dirige a un caserío llamado Putagán, emplazada en 1909 y se reconocida como Estación ferroviaria en 1931, con la perspectiva de que se convirtiera en el entronque de la ya proyectada línea, Linares- Constitución. Este camino se hizo imprescindible en la época de las grandes haciendas ubicadas en Cunaco, lugar donde aún quedan vestigios de aquellas construcciones.


Paisaje productivo, Putagán.
De lo mencionado nos podemos referir brevemente al periodo histórico de la conquista, como nos cuenta Gonzales Colville;  que “Don Pedro de Valdivia asignó la vasta y fértil extensión de Loncomilla al conquistador don Juan de Cuevas,  territorio correspondiente a lo que hoy es Villa Alegre y San Javier. Esta encomienda se subdividió en los llamados repartimientos de tierra, donde surgieron las haciendas de la familia de Abate Molina -Huaraculén-  las tierras de los antepasados del historiador Francisco A. Encina -Trapiche- y –Chocoa-,  que correspondió a la subdivisión de la propiedad de la familia Encina y donde ocurrió la batalla de Loncomilla en 1851”.                              

Una vez terminadas las luchas independentistas, se establecen en Loncomilla un grupo poderoso de terratenientes muy vinculados a las esferas gubernamentales,  lugar donde se emplazaron importantes industrias molineras a lo largo de las riberas del Loncomilla, desde Palmilla, cerca de Linares, hasta su desembocadura en el Maule, permitiendo recibir y comercializar los productos de toda la zona, entre Curicó y Chillan.

Fue así como los molinos de Justin Allen (norteamericano), de Juan Antonio Pando y el de don Francisco Encinas Echeverría,  a partir de 1830, se convirtieron en uno de los más modernos de Chile.  Desde donde algunos productos agrícolas como; harina, granos, cueros, vinos, maderas y otras especies, bajaban en lentas caravanas de embarcaciones de una vela cuadrada, por el Loncomilla y el Maule, hacia Constitución.

Estación Villa Alegre.
El otro camino que nace de dicha bifurcación dirigiéndose tras recorrer 6 km, hacia la línea férrea, cruzando primero la carretera 5 sur, para llegar a la estación  más importante de la comuna, Estación Villa Alegre, cuya población allí emplazada lleva igual nombre. La actual localidad, comenzó a surgir después de la creación de la Estación Ferroviaria en 1876. Treintainueve años más tarde, en 1915, se inaugura el ferrocarril eléctrico frente a la plazoleta de la iglesia que en aquellos tiempos funcionó como la virtual plaza de armas por cincuenta años hasta 1934 cuando se inaugura la actual.  Aquí se celebraron fiestas, bailes y reuniones sociales donde se debatían los grandes problemas de la comunidad.

Como nos relata el libro, El ferrocarril Eléctrico de Villa Alegre: ”La maquina con una trocha de un metro de ancho, estaba compuesto por cinco  carros planos, la energía la tomaba de un trolley que corría paralelo a la vía al lado oriente de la calle del comercio, el  recorrido se extendió desde el frontis da la casa de la familia Sotomayor cerca del canal El trapiche, hasta las bodegas de la Estación de Ferrocarriles”.

Imagen ferrocarril eléctrico de Villa Alegre.

El crecimiento espontaneo y severo del pueblo se evidencia, por la retícula rígida, manifestado en las densas manchas de poblaciones que hoy ocupan lo que antes eran terrenos agrícolas. Hacia el oriente la forma ortogonal de los nuevos barrios contrastan con la trama oscilante, como una huella digital, dada por la historia y de la apropiación en torno a los terrenos agrarios, que caracteriza al casco antiguo del pueblo. Ese denso volumen de nueva población que abarca 12 ha. se desahoga por medio de una calle, de ancho no mayor, a 7 metros hacia la avenida principal (av. Abate Molina), lugar en el cual se produce un “punto de enlace” entre esas dos disimiles maneras de crecimiento.

Punto de enlace en el crecimiento, izquierda casco antiguo del pueblo,
a la derecha nuevo crecimiento.

Estas observaciones en torno al desarrollo de un pueblo determinado por su fuerte relación con la actividad agrícola, por medio de las extensiones de terrenos cultivables junto con la importancia de la industria molinera entre el siglo XIX y mediados del XX en las riberas del río Loncomilla, y que además, ha querido proyectarse en busca de la modernidad, ya en el centenario, con la ambición de construir un tren eléctrico que recorriera sus calles,  dan indicios a una masa informativa lo suficientemente amplia, que nos permite  la búsqueda de un lugar con fuerte valor en torno a sus preexistencias.